La Marxa de la Retirada, Mataró, y homenaje a las Brigadas Internacionales en el Cementiri dels Caputxins

4-05-23


Durante el recorrido de la Marxa 0 de la Retirada de Barcelona a Argeles Sur-Mer (de Málaga a los Pirineos), a su paso por Mataró, 28 de abril, se realizaron diferentes actos conducidos por el GRMHM.

Hubo intervenciones y homenajes frente al monumento del Camí del Nord, el camino señalizado que recuerda y rememora el exilio republicano; frente a los adoquines (Stolpersteine) que recuerdan a los deportados a los campos de la muerte nazi; ante la tumba de Joan Peiró, ministro de la CNT en el Gobierno de Largo Caballero de la II República, detenido en Francia y entregado por la Gestapo a la dictadura de Franco y asesinado en Paterna en 1942. También hubo un emocionado homenaje de nuestro compañero y presidente del GRMHM, Pablo Morales, frente al monumento de las Víctimas del Franquismo.
En el Cementeri Caputxins tuvo lugar el homenaje a los hombres y las mujeres de las Brigadas Internacionales.

Reproducimos la intervención de María Modesta Rodríguez Muñoz, en nombre del Grup de Recerca de la Memoria Histórica de Mataró, y también el video con la intervención de nuestra compañera de la Asociación ACPEPF, Consol Hernández García, y también Vicepresidenta de l’Amical de les Brigades Internacionals de Catalunya.

Intervención delante del Memorial a las Brigadas Internacionales en el Cementeri dels Caputxins, a cargo de María Modesta Rodríguez Muñoz, secretaria del Grup de Recerca de la Memoria Histórica de Mataró.

“Este monumento, es de los pocos dedicados a los Brigadistas Internacionales donde figura su nombre, su edad y el país de procedencia, esto dota el lugar de un contenido pedagógico que permite a los escolares profundizar en la historia de la guerra civil española: “Comunistas, socialistas, anarquistas, republicanos, hombres de distinto color, de ideología diferente, de religiones antagónicas, pero amando todos ellos profundamente la libertad y la justicia, vinieron a ofrecerse a nosotros incondicionalmente.”

Durante la Guerra Civil (1936-1939), 59.380 voluntarios a lo largo de dos años de guerra, aunque no fueron más de 18.000 al mismo tiempo. Personas de más de cincuenta países se unieron en la lucha contra el fascismo. La mayoría se integraron en las Brigadas Internacionales, mientras que otros lo hicieron en las Milicias Antifascistas, en otras unidades del ejército republicano o en servicios sanitarios.

Las Brigadas Internacionales fueron un cuerpo dentro del ejército republicano, creado para canalizar el alistamiento y la llegada de voluntarios procedentes del extranjero e integrarlos en unidades militares específicas.

Estaban formadas en un 80% por personas de extracción obrera; en el 20% restante se contaban principalmente intelectuales, personal médico y personas con profesiones liberales. Si bien algunos habían hecho el servicio militar o habían participado en la Primera Guerra Mundial, la mayoría no tenían experiencia militar previa. Se estima que entre 1.500 y 2.000 eran mujeres y el resto, hombres.

Actuaron principalmente como soldados, pero también como médicos, enfermeras, conductores de ambulancias. Y eran originarios de varios lugares, entre los cuales destacan Francia (con una cifra que oscilaría entre las 9.000 y las 10.000 personas), Polonia e Italia (alrededor de 3.000 en cada caso), Estados Unidos de América (2.800), Gran Bretaña (2.400), Alemania (2.200), países balcánicos (2.100), Bélgica (1.700), Cuba (1.000-1.200) y la antigua Checoslovaquia (1.000).

Cataluña fue puerta de entrada para la mayoría de estos voluntarios: en los primeros meses de la guerra, quienes llegaban por tierra lo hacían de manera abierta a través de pueblos fronterizos, como Portbou; a partir de febrero del 1937, cuando el Comité de No-Intervención selló las fronteras y prohibió el paso de personas y recursos bélicos hacia la República, lo hacían mediante antiguas rutas de contrabandistas por el Pirineo y que luego servirían para los maquis y la resistencia antifranquista.

A partir de la primavera de 1938, cuando el ejército franquista partió en dos el territorio republicano y Cataluña quedó aislada, los servicios centrales de las Brigadas Internacionales se trasladaron de Albacete a Barcelona y se instalaron varios hospitales de las Brigadas Internacionales en Cataluña, entre ellos el Hospital de Sangre de Mataró, en el colegio Salesianos, en el cual se instaló la Clínica Quirúrgica n.º 7. En este hospital colaboraron mujeres de esta ciudad, que sirvieron como enfermeras, como María Sans y otras. Y donde esta noche tendremos la fortuna de poder descansar de esta caminata

Muchos intelectuales avanzados y progresistas se alistaron por simpatía o afinidad ideológica, aunque la gran mayoría eran voluntarios obreros. No todos eran comunistas, había gente de ideologías diversas dispuestos a defender la república. Ernest Hemingway (corresponsal de guerra), fue uno de estos, que a menudo iba a Mataró para visitar un amigo que estaba ingresado en el hospital de los salesianos. La mataronesa María Sans Moyá, militante de JSU, que entonces tenía 18 años, trabajó como enfermera, ayudando en la sala a donde estaba el brigadista, y parece que el escritor se inspiró en ella para su personaje protagonista de la novela “Por Quien Tocan las Campanas”.

En Cataluña actuaron, principalmente, en el frente del Ebro, hasta que el septiembre de 1938 el Gobierno republicano ordenó retirarlos del frente.
Los brigadistas desmovilizados se alojaron en varios pueblos de Cataluña, a la espera de ser repatriados. Aun así, a aquellos que procedían de países que estaban bajo regímenes fascistas, como Alemania, Italia o Polonia no podían volver y Francia se negó a aceptarlos. Muchos de ellos participaron en los combates de enero y febrero de 1939, cubriendo la retirada hasta la frontera.

Las Brigadas nos hablan del internacionalismo, de cómo visto desde un mundo cada vez más unipolar, personas jóvenes formadas, con ideas progresistas y procedentes de 65 países, dejaron sus trabajos, sus familias, sus amores y sus amistades para venir a España a luchar por la libertad y en contra el fascismo, dispuestos a perder su vida por nuestra libertad.
Los Brigadistas son hoy una lección de actualidad permanente y de mucha utilidad. Qué lección más valiosa por hoy, donde la gente es mueve básicamente por el dinero.

Sus valores en la defensa de la libertad contra el fascismo en el Estado Español, son una lección que no se olvidara nunca. Querían crear una sociedad más avanzada. Un mundo que hoy nos puede parecer utópico pero que las Brigadas Internacionales quisieron convertir en realidad

Las Brigadas se nutrieron de personas de origen blanco caucasiano, pero también de árabes, chinos, bereberes, afroamericanos y gitanos, que compartieron su lucha sin mirar el color de su piel ni su idioma.

No podemos perder la memoria de lucha y ética de la resistencia contra el fascismo y el Nazismo. Y los brigadistas internacionales son un ejemplo de altruismo y de sacrificio, dispuestos a dar la vida por la libertad. Todos ellos vinieron a defender la República española del ataque del fascismo europeo.

Muchos fueron heridos o murieron a consecuencia de heridas en el frente de guerra y algunos de ellos están enterrados en este cementerio de los Capuchinos de Mataró.
¡Honor y Gloría para todos ellos! ¡Verdad, Justicia y Reparación! ¡Viva la Republica!

Us deixem aquí un tros de la intervenció de Consol Hernández, al cementiri de Mataró.