Antonia Jover del Olmo

En una entrevista en El Periódico del 10 de noviembre de 2018, expliqué, y así la tituló la periodista, que “Mi madre me amantó tres años en la cárcel, de 1939 a 1942”. Ella estaba condenada a veinte años en la Cárcel Provincial de las Bernardas, en Alcalá de Henares. Estos antecedentes marcaron mi infancia, mi juventud y mi compromiso político.

Ingresé en la ACEPF hacia finales de octubre del año 1976. Eran los momentos álgidos de las huelgas y las manifestaciones y de las fuertes campañas por “La Llibertat, l’Amnistía i l’Estatut d’Autonomia“. Era necesario dar a conocer, consolidar y extender la Asociación por toda España. También en Catalunya, donde nos pusimos a trabajar intensamente para elaborar unos estatutos, escoger una comisión promotora y conseguir el máximo de adhesiones y su reconocimiento oficial. Así sucedió más tarde, cuando fue legalizada.

Los objetivos básicos de la Asociación fueron los de luchar por el reconocimiento y los derechos de los represaliados y de sus familiares en la conquista de las libertades; ayudar a tramitar las indemnizaciones de los encarcelados; impulsar el proyecto de Memorial Democrático como centro de recuperación de la memoria combativa, promoviendo el estudio, señalización y divulgación de nuestra memoria antifranquista y antifascista.

En todas estas tareas participé activamente durante varias décadas, junto a los demás compañeros y compañeras. Hoy sigo compartiendo este proyecto de lucha y de preservación de la memoria colectiva, formando parte de la Junta y recientemente fui nombrada vicepresidenta de la misma.